Comentarios luego de más de un mes de puesta en marcha de la propuesta
Cuesta arrancar... dar inicio. Algunos obstáculos referidos al "acceso": a la sala de informática de los institutos de Formación Docente, a Internet, a los blogs de "blogia"... Que dan la impresión de tener que atravesar distintos "umbrales" en el recorrido de la brecha digital. Y cada umbral parece teber sus propias reglas, rituales, condiciones, esfinges y enigmas para develar... Con el tiempo uno descubre las claves, los rituales, las llaves, se amiga con las esfinges y los umbrales dan paso... Así los pórticos se vuelven puentes y la propuesta con los blog por partes de los estudiantes un experiencia habitable.
Y la experiencia me trae al recuerdo la introducción en la Argentina a principios del siglo XX de los cuadernos tras el abaratamiento del papel. Introducción vinculada al movimiento de la Escuela Nueva en nuestro país. Con este soporte se reemplazaba la utilización de las pizarras y las tizas por parte de los estudiantes ligado a prácticas de repetición. La tradición escolanovista veía en este soporte la posibilidad de centrar la actividad en el niño, integrar disciplinas escolares, favorecer la creatividad y visualizar el proceso de aprendizaje del alumno... entre otras ventajas. Sin embargo, la utilización del soporte también adquirió las notas distintivas del positivismo pedagógico dividiendo en disciplinas, introduciendo la repetición mecánica, formateándo hasta el último detalle su utilización por parte del estudiante y convirtiéndolo en un instrumento de control de la tarea del estudiante y del docente... entre otras notas. Artículos e investigaciones de distintos académicos del país exploran la temática, podemos citar los trabajos de Silvina Gvirtz o los de Marta Alicia Tenutto.
La analogía entre los cuadernos de clase y las computadoras nos puede habilita la reflexión sobre la utilización de distintos dispositivos o soportes en la organización escolar y el modo en que será formateado o colonizado su uso a partir de la cultura de los centros educativos.
En este marco, es mi impresión que una de las líneas de investigación de la Tecnología Educativa como disciplina dentro del campo de las Ciencias de la Educación es indagar el modo en que las distintas tecnologías fueron convertidas, trasnformadas o utilizadas en el campo educativo y las experiencias de enseñanza y de aprendizaje que suscitaron, provocaron, promovieron, obturaron, desarrollaron...
En la Argentina la Escuela Nueva generó experiencias de la talla de Olga y Leticia Cossettini; Florencia Fosati, Carlos Vergara, Luis Iglesias... entre muchos otros. Un rasgo común de las mismas consiste en que los docentes eran los protagonistas de su oficio y de las ideas pedagógicas que generaban. Así, tal vez, los ordenadores o computadoras (como les llamamos en nuestro país) constituyan la posibilidad de que algunos docentes recuperen la autoría no solo de la práctica sino también de la construcción de lo que acontece en el escenario educativo de la escuela, el aula y los contextos más amplios. La experiencia con los cuadernos dan cuenta que es posible. Pero también dan cuenta que la colonización de la pedagogía normalista y positivista puede constituir una alternativa que se vuelva hegemónica.
Queda pendiente para una próxima publicación caracterizar los rasgos alentadores que adquiere la experiencia con los futuros docentes en dos instituros de la provincia de Mendoza.
